Procedencia del cuento:
https://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/gotita-de-agua-copito-de-nieve
GOTITA
DE AGUA, COPITO DE NIEVE.
Había
una vez una gotita de agua que soñaba con llegar a convertirse en nieve y
cubrir de blanco las praderas del campo. Pasaron años hasta que una gran sequía
bajó tanto el nivel de agua del lago en que vivía que nuestra gotita se
evaporó, subiendo arriba, arriba, hasta el cielo. Allí
formaba parte de una pequeña nube, y en cuanto hizo un poco de
frío, buscó la primera campiña para dejarse caer y cubrirla de nieve.
Pero
sólo era un copito de nieve, y en cuanto tocó el suelo, apenas
pasaron unos segundos antes de derretirse de nuevo, y allí le
tocó esperar otra vez hasta que los rayos de sol volvieron a llevarla de viaje
hasta una nube blanca y regordeta. Allí, sin desanimarse por su primer fracaso, la
gota volvió dejarse nevar en cuanto pudo, pero nuevamente, al cabo de unos pocos segundos se había
derretido completamente.
Varias
veces volvió a evaporarse, otras
tantas se transformó en copito de nieve, y las mismas veces
fracasó en su intento de cubrir los campos y laderas de las montañas.
Finalmente, fue a parar a una gran nube, donde
millones de gotitas de agua se agolpaban. A pesar de ser
gigantesca, en aquella nube se estaba bastante incómoda, pues unas cuantas
gotas parecían dar órdenes a todo el mundo, y las obligaban entre un gran jaleo
a apretujarse mucho:
- ¡Las gotas más grandes abajo!, ¡las ligeras arriba!. ¡Venga, venga, venga! no hay tiempo que perder....
- ¡Las gotas más grandes abajo!, ¡las ligeras arriba!. ¡Venga, venga, venga! no hay tiempo que perder....
Entonces pensó en dejarse caer de
nuevo, pero una gotita
simpática y divertida, la frenó diciendo:
-
¡¿Dónde vas?! ¿Es que no quieres participar?
Y al
ver el gesto de sorpresa de nuestra gotita, le explicó que se estaban
preparando para una gran nevada.
- A
todas las gotitas que estamos aquí nos encanta ser copitos de nieve durante
muchos días, por eso nos hemos juntado en esta nube. Hace años, intenté
varias veces nevar por mi cuenta, hasta que descubrí que no
podría hacerlo sola. Y encontré esta nube genial, donde todas ayudamos un
poquito, y gracias a todos esos poquitos hemos conseguido hacer ¡las mejores
nevadas del mundo!
Poco después ambas gotitas volaban por el cielo en
forma de copos de nieve, rodeadas de millones y millones de copos que
cubrieron las verdes praderas de blanco. Y con inmensa alegría
comprobó nuestra gotita, que cuando todos colaboran puede conseguirse hasta lo
que parece más imposible.
Ahora podemos ver el ciclo del agua del que habla en cuento.
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